Conducimos como vivimos, el ritmo de vida frenético que llevamos lo trasladamos a nuestra forma de conducir. Esta reflexión nos lleva a la realidad que impide plantearnos lo que nuestro vehículo es capaz de consumir o contaminar y sobre todo que no somos conscientes de lo fácil que resultaría reducir estos parámetros siguiendo unas sencillas reglas.
Una vez tomemos consciencia de los problemas que genera el transporte privado a nivel ambiental y de nuestra propia economía y seguridad, la solución la tenemos a nuestro alcance sin grandes exigencias. La tecnología de nuestros actuales vehículos ha avanzado mucho sin que nuestros conocimientos como conductores les hayan seguido en este proceso. Las acciones formativas de Conducción Eficiente proporcionan grandes beneficios para el propio conductor, para la empresa y globalmente.
Cualquier persona que de manera habitual utilice el vehículo como medio de desplazamiento dentro de su jornada laboral.
Capacitar y formar a los alumnos en un nuevo estilo de conducción que tiene como beneficio lograr importantes ahorros en el consumo de combustible (20%).
- Reducción de emisiones contaminantes al medio ambiente.
- Reducción en las cifras y gravedad de los accidentes de tráfico.
- Mejora en la eficiencia y seguridad de la conducción.